Si Camarón se hizo grande
con el eco en su garganta,
si un tal Paco de Lucía
le dio vida a una guitarra,
si hasta la Perla de Cai
con ese quejío profundo
hizo bailar alegrías
por tablaos de medio mundo
y aunque ha llegado muy tarde
ha conseguido el flamenco
lo que quería
que valorara la UNESCO
el patrimonio más grande
de Andalucía
y aunque sigue siendo nuestro
y esta tierra lo pariera
es tesoro y patrimonio
de la humanidad entera
aunque tantísimos años
nos salían por peteneras.
El sentir de un pueblo entero
tradición que no se pierde
bajo una misma bandera:
la blanca y verde,
la blanca y verde.
Por eso Cádiz ha tomao
el relevo que han dejao
tantas gargantas flamencas
para que sea patrimonio
el carnaval que da esta tierra.
La voz de un pueblo con un disfraz
a ritmo de pasacalle
que es el sello de esta fiesta.
La chirigota y su gracia,
Paco Alba y su vapor,
el sabor de un cuarteto
con el Peña y con el Masa,
papelillo y serpentina
que es una forma de vida
que aquí nace en cada casa
y como hiciera el flamenco
y este bendito veneno
se merece que esta fiesta
tan de Cádiz de febrero
sea patrimonio del mundo entero.
José Antonio Gobea y Alfonso Miguel González
‘Dando la talla’ – 2016