Vente conmigo chiquilla
le dijo a la luna
el mar una noche
que estaba borracho.
Vente conmigo preciosa
que quiero llevarte
en nubes de espuma
sostenía en mis brazos.
Vente, morena,
en mi barquilla
que en la Caleta
muerta de frío
me está esperando
y te colmaré de joyas
y de corales te haré collares,
las mojarras serán tus doncellas,
mil delfines de escolta tendrás
y un palacio en el fondo del mar.
Y aprovecho que he bebío
para hablarte de amoríos
y decirte amor mío
qué alta estás
y no te puedo besar.
Ella entonces sonrió
y se encendió de color
y se derritió la plata
formando una escalinata
y a la Caleta bajó.
Se fue con él en la barquilla
sin dejarse de mirar.
Risas, besos con amor
y en el faro de las Puercas
se bañaron mar y luna
desnudos, desnuditos como un Dios.
Pedro Romero Baro y Aurelio del Real Germán
‘Con sal y pimienta’ – 1991