Yo no paro de escuchar
que existe gran cantidad
de mujeres maltratadas
que denuncian sin parar
malos tratos en su hogar
como palizas y hasta incluso puñaladas.
No soy quién para juzgar
pues ya lo dice el refrán
que cada casa es un mundo.
Pero desde luego lo que tengo claro
es que nadie tiene derecho a pegar palos
por la machada de llevar los pantalones.
Todo el que presume que a su mujer le ha pegado
ni tiene conciencia, ni tiene cojones.
Un hombre
no se mide por la fuerza de sus puños
ni por esas experiencias sexuales
que comenta vacilando
en la barra de los bares.
La hombría
se demuestra día a día
sacando para adelante
la familia que fundaste
enfrentándote a la vida.
Vergüenza, debes de sentir vergüenza
si maltratas con violencia
a la madre de tus hijos.
Dios quiera que un día no te veas reflejado
en esos maridos que a sus hijas le han tocao
y sufras en tus carnes siendo un viejo
todo el daño que has causao.
Juan Manuel Braza Benítez y Francisco Javier Sevilla Pecci
‘Esto está amañao’ – 1993