Hurgando en la memoria
me llegan los recuerdos
de un pueblo de valientes
defendiendo su astillero.
El destino ha querido
pasado ya algún tiempo,
que aquel duro episodio
a Cádiz sea devuelto.
Esta vez la historia no fue igual,
el tiempo ha cambiado a la ciudad,
que con buenos ojos ya no vemos
lanzarse a la calle pa luchar por un trabajo
que ahora ya los gaditanos
somos más civilizados.
Que aquí no importa que
estén parados los obreros
tan solo importa ya
que los turistas estén contentos
si quieren protestar
los carnavales están pa eso.
En Cádiz ser valiente no es luchar
por tu casa y por tu pan
defendiendo tus derechos.
En Cádiz ser valiente es criticar
con letrillas por febrero
pa ganar un premio…
pa ganar un premio
así luego nos luce el pelo.
Constantino Tovar Verdejo
‘Los del año catapum’ – 2000