Del Cádiz del futuro
no tuve más remedio
que regresar de nuevo pa comprobar
si de verdad son ciertas
las fotos que yo he visto
donde se ve a la gente de esta ciudad.
La foto de aquella niña comprando un nardo
pa la virgen del Rosario
que el colegio le pidió
o la foto de un corista con la sonrisa
que es fingida porque sabe
que el domingo terminó;
Esa foto de dos penitentes
con sus dos capirotes en la mano
que, con lagrimas en los ojos, se resignan
que una lluvia les impida
de salir en procesión
y otra foto de una pareja de novios
festejando que en sorteo una casa les tocó.
También vimos la foto de un joven
con su tabla sobre el agua
esperando con mucha paciencia
que una ola le dé alas,
la foto de una familia que iba hacia el parque
con la abuela por delante orgullosa de su edad.
Son fotos que a mí me hicieron emocionarme
porque si miran atentos
que si Cádiz es muy bonita
más bonitas son sus gentes
y ellas son las que me hicieron regresar.
Fernando Migueles Santander
‘El coro del futuro’ – 2009