Tras dos primeros premios consecutivos en 1990 y 1991 no se pudo conseguir el triplete obtenido en los años 80, ya que Caracol, Martín y todo ese maravilloso grupo se quedarían con el segundo premio de ‘Los trotamúsicos’. Esta comparsa supuso el fin de una etapa de Antonio Martín, ya que de ella salieron componentes como Pepe el Caja, McGregor, Catalino, Kike Mayones, etc. Pero Caracol siguió fiel a la pluma de Martín unos cuantos años más.
En 1993 la dirección de la comparsa de Antonio Martín cae en manos de un gran carnavalero como José Luis Mejías Ambrosio y el grupo se renueva muchísimo, aunque Caracol seguía en el centro de la primera fila. Esta comparsa, con una puesta en escena que imponía por el muñeco, fue ‘El titiritero’ y consiguió un tercer premio.
Para el año 1994, Antonio Martín volvió a tirar de fórmulas que en el pasado le habían funcionado: flamenco y crítica. Por este motivo presentó ‘Las verdades del barquero’, una comparsa que no se callaba una y que gustó muchísimo. Volvieron a ser tercer premio en unos años donde Antonio Martínez Ares estaba en lo más alto del podio de las comparsas.
Para 1995, Antonio Martín decide hacer una comparsa más bonita tirando de humildad. Él era el autor veterano más persistente en la fiesta y sacó ‘Los principiantes’. La presentación de esta comparsa todavía hoy se recuerda. Un grandísimo repertorio que bien pudo haber aspirado a más pero se conformó, por tercer año consecutivo, con un tercer premio.
En 1996 la comparsa de Martín cayó de pie con la comparsa ‘Los Quijotes del Sur’, una comparsa muy crítica donde sus componentes, incluido Caracol, interpretaban el personaje a la perfección. Todo parecía indicar que la comparsa estaría en lo más alto de la clasificación pero finalmente obtuvieron un tercer premio.
1997 sí que fue un año para enmarcar, ya que Antonio Martín es nombrado pregonero del Carnaval y su comparsa estuvo participando de uno de los pregones más recordados de la fiesta. No solo fue una alegría el pregón, sino que en el concurso, ‘Los buscavidas’ consiguieron el primer premio en una final muy reñida donde pelearon por la victoria con ‘El vapor’, de Martínez Ares. Vamos a recordar el pasodoble que Antonio Burgos escribió para esta comparsa en homenaje a Antonio Martín por su pregón.
Ay, Torreón Puerta Tierra,
la noche estrellada…
Por la Cuesta Las Calesas
besa el viento las murallas,
y ensayando ya tus letras
está tu comparsa.
Y en el Torreón
me da el pendón una noticia,
alegría a cuatro vientos,
por fin Martín va a dar el pregón,
ay, qué pregonero,
qué pregonero, qué pregonero.
Como tu rosa,
me contó tus treinta años
de alegrías, desengaños
de ese tu amor verdadero.
Buscó tu vida, buscó tu vida:
comparsa y tango
de la Viña, de la Viña.
Y esto lo dice el pendón
que es de tu agrupación:
“Más que yo, tú eres más gaditano,
que valen por tres mil años
treinta años cantando”.
Cádiz te paga, Antoñito,
con la más bella moneda,
que es la del sol cada tarde en el mar,
con tu rosa, ay, tu Caleta.
Ya tu comparsa se pone a ensayar,
que Cádiz le ha escrito
versos a Antoñito, su poeta,
su poeta, ay, su poeta.
Para 1998 Antonio Martín vuelve a tirar de gaditanismo en una comparsa con una puesta en escena espectacular, era ‘Patiovecino’ y eso fue lo que montó en el teatro Falla. Fue una comparsa que volvió a gustar pero que mostraba el cansancio del autor y se conformó con un tercer premio.
Para el año de 1999 Martín decide no ir a concurso y sacar una comparsa para la calle. Se presentó con gran éxito en el palacio de congresos ante la atenta mirada de personalidades como Rocío Jurado o Enrique Villegas (pregonero de ese año). Esta comparsa se llamó ‘Los contrabandistas’.
Tras esta comparsa, Antonio Martín decide descansar y con él nuestro Caracol. Pero Antonio Cantos no estuvo mucho sin regalarnos su gran voz, ya que en 2002 vuelve al carnaval de la mano de su otro autor: Joaquín Quiñones. Ante la llamada de este grupo se une por su amor por las letras de Joaquín y las músicas de Pepe Martínez. La comparsa fue ‘En propia mano’ y se quedó a las puertas de la final. Se formó así un grupo con grandes nombres como Caracol, Mosquera, Cristóbal, Careca, Ramoni, etc.
Para 2003, Pepe Martínez decide descansar pero Joaquín Quiñones sí quería seguir escribiendo, con lo cual hacía falta un músico. El encargado de realizar el pasodoble fue Manuel Sánchez Alba, el Noli, quien era un reputado músico de chirigotas. El matrimonio Quiñones-Noli dio grandes momentos y el primero de ellos fue ‘Los vikingos’, una comparsa que bien pudo haber sido primer premio, aunque consiguiera finalmente el segundo, pero que dejó uno de los pasodobles más bonitos de la historia del carnaval.
Surcando los mares
llegamos hasta Cai
para conquistar
a la más antigua
ciudad de Occidente,
noble y señorial.
con velas al viento
desafiando al tiempo
en guerra campal
arrasando puertos
siguiendo la ruta,
ruta de la sal.
Quién iba a decirme
que tú eras la cuna
de un mar de cristal.
¡Ay Cai!¡ay Cai! ¡ay Cai!
qué sabe la gente
que me ha vuelto loco el levante,
me cura el poniente
y si en tus esquinas me viera
ya me han derrotao
en tus escolleras encallás esta mis naves
encadenás por un blanco oleaje
cual prisionera de la libertad.
Arrodillao a tus pies me rindo
que no hay más honra para un vikingo
morir en tu suelo por la eternidad.