Cuando se abre el telón de mi teatro
mi corazón late con la revolución de un niño
que estrenara los zapatos
en un día de domingo.
Cuando se abre el telón de mi teatro
me falta el aire
y se cierra mi garganta
y el alma es quien canta
como canta un gaditano.
Ya mandé mi disfraz de demonio
al altillo de los Carnavales
del infierno más hermoso
juro que tengo la llave.
Y gané como nunca he ganao
y perdí levantando la frente
que nunca me dio un jurado
lo que me ha dado mi gente.
Lo que pasa es que esta vida canalla,
exigente y caprichosa me calla
y algún año no me deja venir a cantar
como quisiera
y antes que darte un retal
o cualquier cosa al azar
me quedo fuera, me quedo fuera.
Yo no quiero antifaces de oro,
yo no quiero enfermar de rutina,
yo no quiero perderte el respeto
y venir por ganar
y olvidar nuestra esquina.
Faltaré si hay que faltar y volveré
otra vez con la esperanza nueva
pues sé con la pasión, el cariño
y la ilusión con la que tú,
con la que tú me esperas.
Jesús Bienvenido
‘Los imprescindibles’ – 2015