Ya se marchó Stephen Hawking
no fue ninguna sorpresa
el hombre llevaba un tiempo
que no levantaba cabeza.
Físico que supo ver
en el firmamento nuestro futuro
la salud le dio la espalda
y eso que él comía por un tubo.
Tuvo su familia,
llevó una vida normal,
todo le fue sobre ruedas
hasta aquel día fatal.
Están todos
rotos por lo que parece
se acuerdan mucho de él
cada vez que escuchan al GPS.
Él sobre la ley de la gravedad
sacó otra teoría
al ver que su suegra
comía en su casa
todos los días
y casi resuelve un enigma
que no pasa de moda
el por qué el mes que tú estás tieso
se te juntan cuatro bodas.
La vida pasó en aviones
yendo a universidades
se pasaba los días
en los detectores de metales.
Stephen rechazó un Nobel
pa recogerlo era flojo
yo tampoco lo querría
ciego en la carpa lo cojo.
Hoy le rindo mi homenaje
de la manera que sé
a uno de los hombres más brillantes
de la ciencia y el saber
aunque yo creo que pa ciencia
paciencia la de su mujer.
Antonio Álvarez y Manuel Santander Grosso
‘Los Jarabe de palo’ – 2019