Doctor, hábleme sin rodeos
porque no lo entiendo
si ayer estaba como si nada
y hoy me veo en esta cama
¿qué coño pasó?
¿para qué tantos cables?
¿dónde está mi familia?
me ir a casa.
Tranquilo, usted no se me altere
que no le conviene crearse tensión
dentro de lo malo hubo suerte
piense que el destino
a usted le regaló
una partida extra
para seguir jugando
pero usted se merece
una explicación.
En esta vida
tenemos un corazón solo en esta vida,
algunos se cansan
y de latir se olvidan
y hay que ayudarlos
para que sigan.
Uno es el suyo
le pudo tanta nobleza
que hay en su sangre
pero ya puede solito
seguir palante,
pasa por tenerlo usted tan grande.
Doctor, qué susto,
que entre mi familia,
que vean mis dos hijos
que tengo cuerda
y que les queda y que les queda
papá para rato.
Yo se lo advierto,
vendrán tres mil visitas
que esta ciudad es muy chica
y se quiere mucho al tato.
Muchas gracias, doctor,
prometo que cuando llegue a casa
prometo, doctor, cuidarme
y descansar igual que un guerrero
porque he nacío otra vez de nuevo.
Ahí se queda doctor
me voy a vivir la vida
y a echarle ganas
agarraíto a mi guitarra
veremos como responde
mi corazón cuando vea
cantar en el Falla a mi comparsa
a mi comparsa.
Enrique García Rosado y David Cornejo
‘La luz de Cádiz’ – 2019