Hoy me confieso
sabiendo que habrá gente que no entienda,
hoy me confieso
que no soy una monja ni estoy muerta.
Porque llega el jueves y voy sonriéndole al fin de semana,
un chaleco mono, los labios rojos y una minifalda;
dejo atrás el uniforme
y despertar de madrugada.
Si es por trabajar a nadie le importa
que salga de noche y en falda corta
pero si me arreglo para ir de fiesta,
para ir de fiesta soy una golfa.
No me tomé dos copas después del cine,
cena con amigos y luego fuimos a bailar,
bailar, y no paré de reírme.
No, no soy yo quien merece que me condenen,
me encierren y me vigilen.
Yo se lo firmo,
si usted lo pide,
no necesita más detective.
Que aquel día pensaba que me moría,
y después de esquivar las cornadas
de aquella manada, salgo y celebro
cada semana que sigo viva.
Jaime Jesús Cruz Guillén y David Castro Fernández
‘Las irrepetibles’ – 2018