Yo que de niño soñaba algún día
con ser periodista
que con mi puño, mi letra y mi voz
jamás permitiría
que la verdad sea verdad
dependiendo de quién te la pague
son ya muy pocos
los que sin mordaza
dan un paso al frente
sin que el miedo los calle.
Un periodismo valiente
que denuncia y se rebela,
que no se casa con nadie
y no habla a la ligera,
que arrincona a un gobierno,
al tirano empresario
sea del color que sea
que no muerde su lengua,
que no vende su alma
por tus cuatro monedas.
Aquel que destapó a los GAL
que se enfrentó a la ETA,
y sus amenazas
que en tiempos del franquismo
huyó de la censura y de la propaganda
y aquel cuatro de diciembre
señalaron a la armada.
Que periodistas son
los del Caso Diana
que hablan mal de unos padres
y su vida privada
de que sospechaban
e insinuaban
que la niña se ha ido
que estaba hecha una fresca
aquella criatura
que ya aquel día
en un pozo estaba muerta.
Periodistas que se ofenden
porque en Cádiz en carnavales
una chirigota diga
sobre estas tablas
cuatro verdades
que no pierdan la cabeza
no hay verdugos en mi fiesta,
cuna de las libertades.
Antonio Jesús Bazalo y Francisco Jesús Gómez
‘Pueblo llano’ – 2018