En 1999 vuelve a estar en las semifinales con ‘Cantando bajito’, una comparsa que hacía honor a su nombre y, una vez más, demostrando que Luis Ripoll es uno de esos hombres marcados por la sencillez.
Al año siguiente no sacará ninguna agrupación, algo que sí hará en 2001 cuando colaborará con el coro ‘Mojiganga’ junto con Manuel López, Héctor de la Fuente y Emilio Martín quedándose en las preliminares.
Repitió en la modalidad de coros al año siguiente con el coro ‘Rapa Nui’ con autoría de Rafael Muñoz y Mercedes de Porras quedando de nuevo en preliminares.
También en 2002 se quedaría muy cerca de la final con su primera incursión en la comparsa de Jerez. Luis se unió a un grupo veterano que años atrás fuera ‘Grumetes gaditanos’, con Antonio Bustos consiguiendo un cuarto premio en 1996. Esta comparsa de corte clásico nos dejó pasodobles como este donde defienden que cantar en carnaval y ser de Jerez no está reñido.
Yo no sé cómo explicarlo
yo soy yo con mis manías
no comprendo mi postura
y qué hace un jerezano
cantando cosas de Cai
y olvidándose su cuna,
cuna que sale de un barrio,
de un barrio rancio y flamenco,
San Miguel para más señas,
ese barrio jerezano
que dentro del alma tengo.
Si aquí nació la Paquera,
Lola Flores y muchos más
por mi mare que no entiendo
qué hago yo cantando coplas
coplas para el carnaval.
Soy andaluz y jerezano
hijo de un barrio gitano
donde ya paso mi vía,
canto bulerías y soleares
y entonando estos cantares
yo es que rabio de alegría.
Carnavales o flamenco
cantando yo, qué más da.
Compás de martinete,
compás del tres por cuatro,
compás por alegría
o compás de carnaval.
Jerezano de aquí,
jerezano de Cai,
jerezano del mundo
yo soy al cantar
ay, ay…
soy en el fondo
un gaditano en carnaval.
En 2003 volvió a descansar para de nuevo hacer doblete en 2004 haciendo la música para la chirigota de Manuel Morera ‘Secta satánica cultural recreativa Muero en Cai’ que alcanzó las semifinales. También sacó desde Puerto Real la comparsa ‘Los faraones’ que, lejos de viajar a Egipto, miró al mundo de los gitanos.
En 2005 volvió a reunirse con un grupo muy joven que venía de ser semifinalista con ‘Los rebeldes’ de Manuel Sevilla Pecci. La comparsa se llamó ‘El torreón de los mengues’ y como duendes de las torres miradores se presentaron y llegaron hasta las semifinales. De esta comparsa destacamos un pasodoble dedicado a los gaditanos que se tiene que ir de su tierra para buscarse la vida.
Vaya desde la tacita
un recuerdo muy sentido
a todos los gaditanos
que viven en otras tierras
por motivos de la vida
o por cosas del trabajo.
Esos que nunca se olvidan
de la tierra que dejaron
con promesas de volver,
esos que respiran Cai
aunque estén en Tarragona,
los que cantan carnavales
y al hablar dicen: “joe”.
Los que tienen hijos fuera de su tierra,
los que lloran por su barrio recordar,
los que lucha y los que forman parejas,
los que hablan de su tierra
día tras día sin parar.
Los que llevan a su equipo por la sangre,
los que tienen almanaque
para Cádiz recordar,
le preguntan a su mare
cómo se hace el puchero
que vienen de vez en cuando
para decirle “te quiero”.
Gaditanos que se fueron
que no olvidan a su tierra
y se mueren por volver.