Tras dos años entrando en la final con agrupaciones surrealistas, en 1991 se quedaron fuera de la final con ´Época vergüenza’, de nuevo una chirigota de corte surrealista donde todo era tan extraño y estrambótico que ya habían creado estilo. En ese año ganaría la chirigota del Lobe ‘Los príncipes encantados, gracias igualmente’ y le acompañarían en la final las chirigotas ‘Bebé a bordo’ (2º premio), de Carapalo y Antonio Martín; ‘El concierto del siglo’ (3º premio) de Juan Rivero; y ‘Acorralado’ (4º premio), de Antonio Palo y Emilín.
Para 1992, debido a que el grupo tenía ya muchos componentes, decidieron sacar dos chirigotas. La primera de ellas, que no alcanzó la final, fue el ‘Ballet zum zum malacatum po di pa hasta luego adiós’, una chirigota que continuaba con la línea de surrealismo y poca vergüenza de los años anteriores.
Pero la otra que sacaron fue el gran pelotazo: ‘El que la lleva la entiende’ que pasaría a la historia como: ‘Los borrachos’. Esa chirigota unía a un repertorio de arte una interpretación magistral de borracho de principio a fin derivando el surrealismo en realismo, ya que era un fiel reflejo de los borrachos. No solo obtuvo el primer premio sino que ha quedado en la memoria de los aficionados con cuplés como el de la reja del muelle o pasodobles como el del doble sentido. Nosotros nos vamos a quedar hoy con un pasodoble dedicado a la denominada “Ley Corcuera” que permitía a la policía entrar en las casas sin permiso judicial. Este pasodoble lleva un desarrollo cómico para concluir con una crítica que cuestiona la ley.
Muy pronto la pulicía
podrá cualquier día
colarse en mi casa
pues no necesita ya
ni la orden judicial
y la verdad es que a mí esas cosas
no me hacen na de gracia.
Mi parienta se ha enterao
y tiene un mosqueo que no es normal
por si viene la pulicía sin previo aviso
con la de mierda que tiene mi Paqui en el piso.
Ajay, ay, ay, “ele”
qué bastinazo.
Tiene una caja de dulces
y el café preparao
por si los polis vinieran tarde
y no han merendao.
“Niña, limpia el polvo,
haz las camas y recoge las colillas
que está todo lleno mierda
y esa gente es mu cotilla”.
Esto va a ser mi ruina,
esto no se pue aguantá
porque me he gastao en Centella
la paga de navidad.
Presume de la democracia y la libertad
y vamos dando pasitos…
ahí lleva razón… p’atrás.
Para 1993 el grupo de ‘Los borrachos’ decide seguir con la autoría de José Luis García Cossío, Selu, y hasta día de hoy mantiene buena parte del mismo. Ese año Yuyu descansa y volverá junto con Erasmo Ubera al año siguiente con ‘Antología de la Zarzuela de Cádiz’, una chirigota que no consigue el éxito anteriormente alcanzado.
Para 1995 se une con José Manuel Sánchez Reyes y con uno de los autores más premiados de los últimos años, Carapalo. El nombre de la chirigota fue ‘Los últimos en enterarse’, y pasaría a la historia como ‘Los cabrones’. La música de esta chirigota fue de Paco Rosado. Este grupo consigue el segundo premio, por detrás de ‘Los lacios’ del Selu. Han dejado para la historia el pasodoble del peo. Pero si algo ha pasado a la historia es ese estribillo que acompaña al Yuyu donde quiera que va a actuar con su grupo. Les dejamos con una serie de cuplés donde podrán comprobar que el final del estribillo no lo canta el grupo.
Ya salió el rosario en doble casette
y ahora el Papa vende más discos que Chiquetete
pero mi vecino dice que no se lo va a comprar
porque no le gusta y porque el Papa canta fatal.
(No hay que ser cabrón)
Don Wojtyla ha dao un pelotazo
y vende más discos
que Julio Iglesias y que Michael Jackson
y como el rosario grabado en compac
ha sido un disloque
ahora están preparando
la misa el gallo en karaoke.
Hay que ver que flojísimo es mi cuñao
que se pega en el butacón todo el día tirao
na más levantarse tiene encendío el televisor
y le tiene hecho dos cardenales al butacón.
(No hay que ser cabrón)
En las manos no tiene un callo
no trabaja el nota
desde que el Cádiz trajo a Carballo
solamente apaga el televisor
dice su parienta
cuando salen las brochas
y los tataladros en el teletienda.
Es verdad que el cadismo está deprimío
y da pena ver el Carranza medio vacío
antes yo veía al Barcelona y al Logroñés
y ahora me conformo con ver al Mármoles Macael.
(No hay que ser cabrón)
Es de pena ver esas gradas
que tan solamente
van las criaturas de las Brigadas
y los jugadores ya no saludan al graderío
ahora suben p’arriba
y le dan las gracias a los que han venío.
Hace un mes vino a Cádiz un madrileño
como loco para comprar droga de diseño
le fue preguntando a to los camellos de la ciudad
y uno le vendió Nolotil con manteca colorá.
(No hay que ser cabrón)
Él buscaba con gran empeño
una buena raya
de alguna droga último diseño
hasta que un camello
que se encontró en la calle Feduchi
le vendió cuatro rayas
de una chaqueta de Emidio Tucci.
Yo no sé de qué te estás cachondeando
no mires p’atrás que te estoy hablando
que si tu mujer llega a conocer al que me la pegó
no te iba a hacer falta
ninguna antena pa ver Eurosport.
(No hay que ser cabrón)
No vea el negro como la tiene
que por el pernil
de los pantalones le asoma el pene
fíjate que un día
estaba meando por Bahía Blanca
y le puso la multa
un municipal en la zona Franca.
Fue a comprar una dosis de cocaína
y el camello le vendió polvo de una hojaldrina
le entró por el cuerpo una sobredosis de sopetón
y llegó cantando a la catedral “los pastores son”.
(No hay que ser cabrón)
La hojaldrina era adulterada
no cabía ni duda
que era de la navidad pasada
y después de esto
ese chavalillo estiró la pata
porque se ha descubierto
que de verdad la “Hojaldrina Mata”.
Estribillo:
¿Quién ha dicho “ole”?
¿Quién ha dicho “bravo”?
Como yo coja al que ha hecho
vi a clavarle to el pitón
iiiiiiihín, cabrón.