El día que vino el Dioni, que jaleo pa entrevistarlo,
acabe mareao perdió, no sabia que ojo mirarle.
El día que vino Dioni, casualidad puñetera,
pero yo llegue a mi casa, sin reloj y sin cartera,
por robar aquellas bolsas, que multa pagaste tu,
“yo que voy a pagar las bolsas te crees que estaba en el Carrefour”
Con lo listo que tu eres yo no me puedo explicar,
como es que los policías te pudieron atrincar,
“Me atacaron los cabrones por el lado del ojo de cristal”.
Hay que estar loco perdió, amigo mio, pa robar tantos millones,
pero igualmente te digo, amigo mio, que hay que tener dos cojones,
con tu nombre y apellio fuiste capaz de roba,
en un país donde mangan hasta las infantas,
y otros muchos que se esconden tras una corbata,
tu le quitaste a los ricos y no a un trabajador,
que si bastante te queda lo que te llevaste,
que te quiten lo bailao, que ya lo pagaste,
y aquel que roba a un ladrón, tiene cien años de perdón,
tu le robaste al banquero y fuiste a la carcel,
ellos le roban al pueblo y le damos un rescate.
Francisco José Fernández Díaz
Los Quintero – 2014