Era un niño que cuando nació fue mellizo de cuatro
y su madre al ver cuatro iguales se decepcionó,
se quedó con el que parecía que era más guapo
y a sus tres hermanitos mellizos los abandonó.
Y aunque era mu guapo de chico una varicela
le dejó la carita marcada de horribles secuelas,
para colmo después se operó por una catarata
cuando fueron a ver el Niágara, qué mala pata,
cayó por la catarata y se partió las dos patas.
La operación se la hizo un médico innegligente y salió fatal
la anastecista ese día faltó y sin anastesia no vea el chaval,
no había escayola y lo escayolaron con pergolán
y no se acordaron de las alergias.
Le ligaron los ligamentos y acabó con tatraplegia.
Y la madre de aquél chavea, maldita sea su condición,
se acordó de pronto y le dio conciencia de lo que hizo,
y aquejada de lumbalgia
se fue presa de nostalgia
a buscar los tres mellizos.
Y tras sufrir un duro calvario
de larga búsqueda
se enteró la pobre mujer
que los tres eran camellos
y en la cárcel están los tres.
Y esa madre desesperada
se deslizó por la azotea
hacia el abismo de la nada,
y aunque el final se lo imaginan
yo mejor no se lo cuento,
porque sólo recordarlo
siento pena y sentimiento.
Yo no sé sinceramente
de qué coño os extrañáis
si esta es la última moda
en el carnaval de Cai,
si esto es lo que queréis,
si esto es lo que queréis
po esto es lo que hay,
al carajo la gracia, al carajo el cuplé
y si me llevo un premio lo canto otra vez,
si esto es lo que queréis,
si esto es lo que queréis
po esto es lo que hay,
esto, ay…
Juan Carlos Aragón
‘Los antesdeayesterday’ – 2011