Quisiera que esta carta le llegara
al niño obeso que vive en Galicia,
al que iban a dejar por to la cara
sin sus dos padres la Justicia.
Proyectitos de esculturas de Botero,
aprovecha que eres niño todavía,
es mejor que esa barriga tu la pierdas
o esta sociedad de mierda
te querrá joder la vía.
Y si te toca ser gordo,
levanta siempre la cara,
vive la vida y escupe
en los cristales del Zara.
No prestes nunca tu abrigo
a la que diga en tu cara
“te quiero como amigo”.
Los Natur house te dirán que te peses
pero no escuches sus gilipolleces
si fuera cierto habría muerto diez veces.
Si no te dejan que vivas tranquilo,
vente pa Cádiz pasando cien kilos
porque esta tierra te va a dar cobijo
que aquí a los gordos los llaman canijos.
Antonio Pedro Serrano y Tino Tovar
‘Los que siempre te dan la espalda’ – 2010