Ella nació en Santander
en una noche de tormenta y vendaval
en el seno de una familia tan humilde
que a veces no le llegaba ni pa caviar.
Su madre tenía pensao pa cuando naciera
ponerle el nombre que más le pegara
según la cara que tuviera
y cuando la vio… ¡Teófila!
Teófila se le quedó.
Cuando era joven con diecisiete años
en novecientos treinta y dos
fue a una adivina para echarse las cartas
pa ver qué iba a ser ella de mayor
y cuando le dijo el futuro le entró mucha pena
tú vas a ser albañil
porque aquí te sale un Cascos, una Botella y Arenas.
Ella se vino pa Cai
con una maletita con lo esencial
ni más nada, ni más nada
un par de mudas, doce pañuelos largos
y veinte botes de agua oxigenada.
Y al poco tiempo ya era alcaldesa,
quién lo diría,
la Margaret Thatcher de la bahía.
Ella está encantada con la ciudad
es una enamorada de lo nuestro
fíjate si le gusta Cai
que se ha ido a vivir a El Puerto
con to su familia.
José Luis García Cossío
‘Los porculines’ – 2000