José Helmo Cesio ‘Pepón’, director y representante legal de la chirigota ‘El viejo este’, a la que la junta ejecutiva del Patronato del Concurso no ha permitido cantar en el próximo certamen del Falla por presentar la inscripción fuera de plazo, afirma sentirse decepcionado con la negativa.
“Yo pensaba que iban a tener consideración debido a las circunstancias que me impidieron realizar la inscripción en tiempo y forma, creía que mis propios compañeros no me iban a impedir despedirme de la fiesta, a la que he dedicado más de medio siglo de mis 68 años, cantando en el Falla, pero no han sido capaces de decírmelo ni cara a cara ni por escrito”, afirma.
Pepón recuerda que el pasado 6 de noviembre, el último día de plazo, se disponía a formalizar la inscripción, pero se sintió indispuesto, “porque tengo de todo, menos dinero y tabaco”, y tuvo que ir al médico, lo que demuestra con un escrito de haber acudido a la consulta del doctor Santiago Lupiani Giménez, incluyendo un sello con su nombre y el número de colegiado, además de un historial con sus numerosas dolencias.
Al salir ya era tarde para realizar el ingreso de los 300 euros de fianza en Unicaja, paso obligado para inscribirse, “lo que nadie además podía hacer por mí, según se destaca en el propio boletín”.
Por eso, al día siguiente, a primera hora, pagó la fianza, que le aceptaron pese a haber terminado el plazo, y entregó el resguardo del ingreso y el boletín en las oficinas del Patronato, junto con un escrito a la junta ejecutiva para que aceptaran la inscripción.
El director de la chirigota, que cuenta con tres antifaces de oro en el grupo, Rafael Villa Rivilla, Manuel Castellón Pareja y el propio Pepón, reitera que confiaba en que Juan de Dios Santana, Juan Lucena y Eugenio Mariscal iban a apoyar al grupo, “pero ni siquiera me han llamado por teléfono, como hicieron cuando había que elegir a Paco Cárdenas nuevo presidente de la Asociación de Autores, a la que pertenezco y al que voté, ni tampoco un escrito”.
Pepón, al que tampoco han devuelto aún la fianza, señala que siguen existiendo muchas lagunas en la organización del concurso y afirma que “la ejecutiva del Patronato se ha convertido en una tribu”.
Tras reiterar su decepción, “con los que creía que eran mis compañeros y con la propia Asociación de Autores, que pienso que está para apoyarnos”, afirma que “no han tenido consideración alguna con un grupo reconocido, que se venía preparando para participar una vez más en el concurso del Falla, ni siquiera han valorado las numerosas firmas de apoyo, lo que nosotros agradecemos”.

La Asociación de Coristas ha solicitado al Ayuntamiento de Cádiz la revisión del actual convenio por el que se subvenciona la participación en los carruseles que tienen lugar en el casco antiguo de la ciudad durante el mes de febrero. De este modo, las agrupaciones han solicitado un fijo de 6.000 euros además del IVA, lo que supone un incremento de 1.600 euros con respecto a los años anteriores, en el que los coros recibían poco más de 5.000 euros.
Con estas cifras, la subvención que otorga el Ayuntamiento ascendería de 75.000 a más de 97.000 euros, ya que esta cantidad tiene que multiplicarse por los catorce coros que participan este año en el Concurso Oficial de Agrupaciones.
Asimismo, la Asociación de Coristas ha pedido que también se otorgue una subvención al único coro que participa en la modalidad de juveniles.
Según el acuerdo, esta cuantía económica está dedicada a los gastos de bateas y tractores que ocasionan a las agrupaciones la participación en los carruseles.
Sin embargo, esta subvención no obliga a todos los coros a cantar en el espectáculo que tiene lugar en las calles de Puertatierra en la mañana del sábado, ya que ese contrato corresponde a la Asociación de Comerciantes de la zona. Tampoco está incluida la subvención por el carrusel de verano, por lo cual también reciben un importe independiente.
Por otra parte y dentro del convenio, la asociación carnavalesca ha solicitado también al Ayuntamiento una nave en la capital, probablemente en el recinto de la Zona Franca, para poder guardar las bateas durante el Carnaval, ya que en la actualidad hay muchos grupos que las tienen que guardar las estructuras en localidades de la provincia, al no disponer de un lugar en la ciudad.