Así, Migueles pretende participar también de los distintos carruseles que se organizan cada edición aunque lo hará de forma independiente, con un recorrido diferente al de las agrupaciones oficiales.
Según el autor, «pretendemos hacer una especie de teatro itinerante. Pararemos la batea en un lugar y allí cantaremos todo nuestro repertorio, y así por diferentes puntos de la ciudad». Además, aclaró que no pedirán ningún tipo de subvención al Ayuntamiento, como ocurre en el caso de los coros del concurso que participan en el carrusel de la calle.
En principio, la intención de los componentes es comenzar los ensayos durante el mes de diciembre, ya que tan sólo tienen que recordar las letras y las músicas de años anteriores.
Aunque a día de hoy hay muchos candidatos a participar en esta aventura, Nandi Migueles aseguró que sólo podrán participar «los que quepan en la batea», indicó.
El autor puntualizó que «es una manera de no aburrirnos durante el próximo Carnaval».