Voy a contarte con este cuento
tal como veo y como siento
que es una mare.
Es muy cortito,
de solo un momento,
tú quietecito
y escucha atento,
si aún no lo sabes.
Esa mujer que tocaste
na más que naciste,
a la primera que hablaste
y primera que viste…
Ese angelito
que te tuvo dentro,
bien guardadito,
como en un templo,
esa es tu mare.
Una mare es algo más
que el triunvirato del amor,
de la amistad y de la verdad,
las manos de una mare no se tocan
si no es la tierra de tus universo.
Y una mare es mucho más,
porque ante el hijo siempre se arrodillará
y a las espinas que le puedan lastimar…
hacerlas besos.
Ella es la paz y la calma
que riegan tus suenes,
y es el vacío en el alma
cuando no la tienes.
Es la razón más bonita para los abrazos,
la orillita del descalzo
y que el suelo no te queme.
Que ella es la niña o la vieja
que tu alma retiene
y es la que nunca te deja
y siempre te viene…
y siempre te viene.
Joaquín Quiñones y José Luis Bustelo
‘La pensadora gaditana’ – 2009