Ya en la Plaza del ayuntamiento, estaban ‘Los piratas del cadibé’, el coro callejero de Luis Frade, ‘El Trocadero’, ‘El coro del futuro’, ‘La reserva’; en la embocadura de la Calle Pelota: ‘La musigadité’ y más adelante, casi en la Plaza de la Catedral: ‘La bien nacida’, con el coro más joven, ‘La estudiantina’ a la cabeza del itinerario.
En la Plaza de San Juan de Dios, pudimos ver a los componentes del cuarteto, ‘Sin previo aviso; los del paraíso’, que se habían situado bajo los arcos del ayuntamiento, como punto estratégico para dar algunos pases, mientras un componente de ‘Los botones’, se dirigía a la Iglesia de Santiago donde los encontramos más tarde.
No era la única callejera que aprovechó la noche para compartir sus coplas. Junto al edificio Amaya, en la Calle San Fernando, ‘Las sincronizadas caleteras’ desgranaban su repertorio ante todo aquel que quisiera compartirlo con ellos, un ratito agradable para todo el que se ‘atreviese’ a pasar unos minutos con estas peculiares ‘nadadoras’.
A pesar, de arrimarnos varias veces a la Plaza del Cañón, no fuimos capaces de ver al grupo de Manolito Santander, ni al coro de Faly ‘Los Cañamaque’, una lástima ya que siempre se agradece disfrutar de su estilo, en un lugar tan entrañable como esta plaza.
Ya de recogida, nos encontramos a ‘Semana Cultural Versalles-Viña’, que tampoco renunció a salir a la calle en la noche de ayer, aunque si que renunció al tipo que lucieron este pasado Carnaval, ¡incluso a su perchero!, buscaron una opción más fresquita, y con sus ‘Mormones’, que han preparado para la ocasión. Con una presentación y algunos cuplés nuevos, han completado sus pases con un ‘refrito’ de sus letras, chapó por ellos.
La noche daba para más, y los que pudieron quedarse, seguro que siguieron disfrutando un buen rato de todo este derroche de carnaval.