Cuántas veces le he dicho
a mi Carmela que la quiero,
cuánto habré presumío
de que fuera mi mujer.
Aunque ella no me entienda
se que nota lo que siento
postraíta en su cama
al final de su vejez.
Cuantas noches esperando
asomada a la cancela,
temiendo que llegara
con dos copitas de más.
Siempre la misma quimera
noches de camas vacías,
de duermevela,
noches contando las horas
hasta que llegue de ensayar.
Y me duermo pensando en el chaval
que un domingo de coros en Carnaval
te cantaba al oído por tangos
con los que la supe enamorar.
Y desde entonces mi coro cantó
y jamás le faltó a mi mujer un piropo,
con mis tres niñas sentí la emoción
de unos tangos bailaos, me volvieron loco.
A tos mis nietos los mecí tardes enteras,
cantiñeando una falseta a su compás.
Ahora dos viejos y solitos de nuevo
te vuelvo a encontrar
a mis ochenta y jubilao de carnavales
pongo el alma en pasacalles
y a tu vera voy a cantar
pa que te duermas el mejor de tos mis tangos.
Que hoy mis últimos “Te quieros”
te los doy cantando,
duerme con coplas de Carnaval.
Francisco Martínez Mora y David Fernández Romero
‘La leva’ – 2003