El tango tan gaditano
se iba perdiendo
y era una pena, y era una pena.
¿Te acuerdas que se moría
y que le abrías
tumba en tus letras, tumba en tus letras?
Me acuerdo de aquellos años
de desengaños,
de olvío del tango y de ingratitud,
cuando nadie lo cantaba
en tus letras lo soñabas,
tus letras de juventud.
Y ya no es igual
porque ahora bajan del cielo
to los coristas aquellos
y lo escuchan en mi voz.
Y vuelve a sonar
el tango que tú soñaste,
el que soñó Cañamaque,
el de Cebada, Bravo y Quirós.
Y ahora to los años
mi Cádiz canta
por tu garganta,
vibra otra vez con tu tanguillo,
un tango de buen viñero,
tango puntero,
canto este tango que me has escrito.
No te canto un pasodoble,
de la Viña soy corista,
te dedico un tango,
un tango nuestro para bailarlo,
un tango antiguo pa demostrarlo
y que se mueran los derrotistas.
Antonio Martín se llama
y cada año me entrega el alma
Óyelo, Antonio, con to lo nuestro
que con tus tangos hasta a los muertos
los resucitas, los resucitas.
Antonio Burgos y Antonio Martín
‘Bátmonos que nos vamos’ – 1990