Son tantas y tantas
las preguntas que me hago
en esta torpe cabeza
que siento como
casi ya no creo en nada
porque no encuentro respuesta.
Ni una razón
que justifique las tormentas
que a Extremadura
convirtieran en tragedia.
Dime, Dios mío,
la razón de mis delirios,
la respuesta a mis preguntas
y el porqué a tantas desgracias
por qué la lluvia
y por qué en Extremadura
por qué destrozaste barrios
y arrasaste tatas casas,
por qué los ríos
a tu ira se han unido
destruyendo todo aquello
por donde pasaba.
Dime por qué usaste la lluvia
para desatar tu furia,
dime por qué, ay, Dios, dime.
Dime por qué mandaste un castigo
de esa forma tan terrible.
Si tú eres Dios del mundo y todo lo puede
por qué no cambiaste esas nubes negras
por un cielo azul y un sol reluciente.
Dime cuántas criaturitas han quedao sin papá
cuántos abuelitos han perdío su hogar
y cuántas familias has dejao separadas.
Dios mío, ayuda a un pueblo inundado
por las lluvias del lamento
que aunque no contestes mis preguntas
por favor haz caso de mis ruegos
que a pesar de tanto sufrimiento y de tanta desgracia
en ti sigo creyendo.
Francisco Javier Márquez Mateos
‘Ópera buffa’ – 1998