En la Caleta, donde los dioses
más poderosos bañan su cuerpo,
en la Caleta, playa bendita,
fue donde tuve mi entrenamiento.
En la Caleta, playa divina,
santa piscina
donde entendí que contra el mundo
este atleta sale siempre a flote
pero sin Cádiz me hundo.
Y largo a largo
y braza a braza,
del alba hasta el anochecer,
desde un castillo a otro castillo,
contra el levante yo entrené.
Agüita conmigo, agüita agüita agüita
que aunque suene tan sencillo
agüita conmigo, agüita agüita agüita
tengo la ilusión de cuando era chiquillo.
Laureado por los metales
del Olimpo de los dioses,
el bronce de mi piel,
la plata de tu mar
y el oro diluyéndose en tus aguas
para qué quiero más
si yo he ganado ya
mil medallas, compañero,
y ahora peléate tú
con los demás por ser… por ser primero.
José Manuel García, la agrupación y Jesús Bienvenido
‘Los que se mojan de verdad’ – 2011