El año de 1983 cambiará para siempre la trayectoria de Antonio Cantos, Caracol, ya que Joaquín Quiñones y Aurelio del Real deciden dar un giro a la comparsa hacia la modernidad, sin olvidarse de Cádiz. ‘Robots’ fue la arriesgada apuesta que cayó de pie y mantuvo una encendida lucha por el primer premio junto a ‘Agua clara’, de Antonio Martín, agrupación que se llevaría el primer premio, quedando los autómatas de Quiñones con el segundo premio. El grueso de este grupo es el que posteriormente saliera en las grandísimas comparsas de Antonio Martín: Caracol, Catalino, Pedro Ramos, José Luis Mejías, Gaviño, Kike Mayores, Gallego, etc.
Me ordenó el terminal
que tenía que cantar
en un lugar donde el folclor
le llamaban carnaval.
Ensayé con tesón
pa venir, a darlo tó,
cambié el panel multicolor
por un pueblo en explosión.
Conseguí conectar
con tu carnaval.
Soy tan feliz hoy de robot
porque tu eres, Cai, mi ordenador.
En 1984 repite el mismo grupo con Joaquín Quiñones y Aurelio del Real y otra apuesta arriesgada, atreviéndose a encarnar a un objeto, una cometa. La comparsa, mucho más gaditana a priori que su antecesora, fue ‘Barriletes’ y se quedó en las semifinales.
Después de varios años de componente en la comparsa de Quiñones, Caracol cambia de autor pero no de grupo. Antonio Martín y Pepe el Caja (director de las dos últimas comparsas de Quiñones) deciden unir la pluma del autor de San Vicente con el grupo del director, surgiendo así una de las uniones más exitosas del carnaval que dio lugar a tres primeros premios consecutivos: ‘Entre rejas’ (1985), ‘Soplos de vida’ (1986) y ‘A fuego vivo’ (1987).
El debut con Martín no pudo ser mejor, ya que ‘Entre rejas’, está considerada como una de las mejores comparsas de la historia del Carnaval. Todavía se recuerda ese final de popurrí donde el público en la final se abalanza sobre la agrupación arrancando las flores que adornaban el decorado para lanzárselas a los componentes. Empieza así una trayectoria, la más larga de Caracol, que une las vidas de Caracol y Martín.
No son todos los que están adentro
ni están todos los que están tampoco
ese dicho es bastante cierto
tratándose de presos y de locos.
Que hace adentro si no el parao
que ha buscao supliendo el jornal
incitao a robar sin trabajo
y el pudiente que se lo ha negao
goza de libertad.
Que hace preso el gitano
que sólo ha robao para subsistir
si están libres los payos
que le andan robando el derecho a vivir.
Y libres y sin condena
están los que atropellan
y explotan a esos pobres
que un hogar les falta
luego al pobre me lo encierra
quién trafica con la tierra
por un mes que no le alcanza.
Y los más despreciables
son esos miserables
sin ningún resentimiento
que con la sucia droga
los millones atesoran
y la juventud se pudre adentro.