Con este peinado tengo
medio tarumba a las chavalotas,
por donde quiera que paso
las vuelvo tontas, las vuelvo locas.
Por un mechón de este pelo
les dan fatigas y convulsiones,
yo no sé qué pasaría
si les brindara con mil recuerdos.
A la mujer le gusta mucho
que el hombre tenga
parecido con un chucho, ya.
Va a demostrarse
por sus ventajas
que este pelado
pita más que el de navaja.
Inspiramos a la mujer
una emoción inmensa
pues hasta se sienten mamás,
según nos cuentan.
Y yo me hago el bobalicón
y contra más se arriman,
siento la sangre hervir
y en vez de a una mamá,
veo a una prima.
Enrique Villegas Vélez
‘Los escarabajos trillizos’ – 1965