Bienvenidos a mi terraza,
tomen asiento, esta es su casa,
bienvenido a mi terraza
y pidan por esa boquita,
pidan lo que quieran,
pidan sin reparo,
la casa invita, la casa invita.
Traigo un rosario de tapas,
con los sabores de mi Tacita.
Traigo un rosario de tapas
que el que las prueba se santifica.
Sabores dulces, sabores dulces,
salados y amargos,
son las recetas del viejo barrio,
para el deleite de los paladares
más exquisitos, más delicaos.
Que sabe a mar, que sabe a los rebosaeros
de la Caleta, del Mentiero.
Que sabe a Viña,
que sabe a Santa María,
Rosarillo y Nazareno,
que sabe a la mare mía.
Perdonen, señores clientes,
si la boquita se me hace agua
y no se me entiende,
que Cádiz, na más que olerte
dan ganitas de comerte.
Juan Manuel Braza Benítez
‘Los pringaos’ – 2003
Faenando en mi barquilla
en una de esas noches que la luna ronea
se acercaba hasta la quilla,
entre las olas, una botella.
Traía dentro, como un grito,
en papel descolorío
de uno de esos emigrantes
que pedía no le dejara en olvío.
Por cariá
haced algo por mi pueblo
pa no pagar las libertades
y sean tus aguas cementerio.
Que cuando nos jugamos así la vía
es porque es un infierno la otra orilla.
Déjame tu sol pa mis sudores
déjame tu luna pa mis sueños
déjame tu rey y tu bandera
déjame tu dios pa conocerlo.
En mis manos pensativo
tuve un rato la botella,
la arrojé con el mensaje
no supo contestarle mi conciencia.
Joaquín Quiñones y José Martínez
‘En propia mano’ – 2002
He soñado que a mi calle
no le falta ni un detalle
que aquí todo el mundo sabe
convertirse en un manita.
Tres mil años de misterio
aquí to tiene remedio
que en mi calle se lo arreglo
todo por dos perras chicas.
Al dolor y la tragedia
a las penas y la miseria
le pintamos caras nuevas
pa volverlas alegrías.
Aquí todo es de latón
toa mi calle es de cartón,
viva la imaginación
y el valor de estas manitas.
Verás, ven cuando quieras
y te sorprenderás
tráete corriendo tus problemas
que en mi calle encontrarás
siempre las puertas abiertas
la calle Manitas siempre está de fiesta.
Siempre las puertas abiertas
la calle Manitas siempre está de fiesta.
Tanto quiero a esta ciudad
que no paro de pensar
mil cosas pa ponerla más bonita
Carnaval o Navidad,
o la fiesta de San Juan
to el año dedicao a tus cositas.
Ven que te estaré esperando
si en mis manos tú confías,
ven que puedo hacer milagros
y realidad lo que era solo fantasía.
Todo está arreglao,
todo está arreglao
deja todo en mis manitas,
todo está arreglao,
todo está arreglao,
deja todo en mis manitas.
Si de mi dependiera
los días tendrían más horas
y los meses más días
y más meses los años
y los años más días
y todo ese tiempo
sería gloria bendita
que mis obras son como caricias
de mis manos a mi Tacita.
Todo está arreglao,
todo está arreglao
deja todo en mis manitas.
Todo está arreglao,
todo está arreglao
deja todo en mis manitas.
Todo está arreglao,
todo está arreglao
deja todo en mis manitas.
Todo está arreglao,
todo está arreglao
deja todo en mis manitas.
Antonio Rivas y Julio Pardo
‘Los manitas’ – 2011
Yo soy un gran cirujano
conocido en medio mundo
y opero tela de bien
suturando tengo estilo
y cuando me sobra hilo
hago un paño de croché.
Le meto mato a la artrosis
y operando de fimosis
de verdad soy el mejor
fíjate cómo los dejo
que hasta me sobra pellejo
pa tapizar un butacón.
A las diez de la mañana
hago cortes muy profundos
en miembros del cuerpo humano
y a las cinco de la tarde
hago cortes e incisiones
en un brazo de gitano.
Y soy tan carnavalero
que no dejo a mis becarios
ni ponerse mascarilla
si no son del millonario.
Pero entre gasa y paños
ya llevaba yo tres años
sin operar en esta sala
y aunque dejé a mis pacientes
una mijita impacientes
no fue por falta de ganas.
Estos once cirujanos
que me echaron una mano
dijeron a mi enfermera:
“Ya está usted llamando a Cádiz
que esa es la numero uno
en nuestra lista de espera”.
Y si me dice el jurado
que el tipo está pobrecito
o que me falta conjunto
no es que pase del jurado
es que yo soy cirujano
y soy el que pone los puntos.
José Guerrero Roldán
‘Los que no paran de rajar’ – 2006
Desde su enclave la Caleta
ha sio testigo de la historia,
entre levantes y mareas
cuánto nos guarda su memoria.
Dentro la sal que en tu mar flota
con la textura de tu arena,
belleza quieta de las olas,
esa es la roca ostionera.
Cuando el fenicio nos fundó
hizo de Cádiz un entramao de callejas
y sus cimientos los labró
con las entrañas de la piera ostionera.
Después Cartago
dio paso a Roma
y en su legado
un circo dejó
basao en nuestra roca.
Si nos dijo el gran poeta
que un tesoro había en la orilla,
que vivían las mojarritas
bajo el agua como reinas,
como corresponde al rango
en su vida marinera
verían la roca ostionera
como si fuera un palacio.
Se te puede contemplar
cuando estás en bajamar
la leyenda al descubierto
que en tus poros se respira,
qué de versos y secretos
has guardado de noche
junto a las barquillas,
estandarte de una playa
monumento en piera
que labró la orilla.
Constantino Tovar Verdejo
‘La botica’ – 1997
No debemos dejar de maravillarnos con el uso del doble sentido de este pasodoble clásico de nuestro carnaval:
Una tarde que yo estaba trabajando
en un chapuz que me salió en una montera
y de pronto yo sentí un ruido extraño
de una criada que subía una escalera.
Muy buenas tardes, me dijo la joven,
siento interrumpa yo su trabajo
vengo a pedirle un poquito de masilla
para una raja que tengo abajo.
Yo le contesté al momento
que ahora mismo bajo al piso
y me llevaré el cacharro
para hacerle lo que usted me ha dicho.
Cuando yo empecé el trabajo
la masilla se me endureció
y yo le dije vela meneando
y ella entusiasmada tanto la movió
que chorreaba el aceite linaza
y hasta los cristales llegó el salpicón.
Juan Poce Blanco
‘Los cristaleros’ – 1960
(Vídeo subido por Hasta los profanos se sienten poetas)
Él era un gato común
y ella una gata muy bella,
de esas que al darle la luz
brilla igual que las estrellas.
Cada uno en su callejón,
cada uno en su tejado,
amarse se amaban los dos
pero estaban separados.
Entonces el gato pensó:
“si me agarrase a la luna
con el vaivén, qué sé yo,
iré con ella, no hay duda”.
El buen Romeo se lanzó,
cayó tendido en la tierra
y la gata, que vio muerto a su amor
se lanzó detrás igual que Julieta.
Con esta historia quiero hacerles ver
que a los gatos también
nos corre amor por las venas.
Antonio Martínez Ares
‘Con uñas y dientes’ – 1989
El mundo del celuloide
es duro y sacrificado
hay que mantenerse a dieta,
olvidar el pan con manteca,
los migotes y los sobados
y si se te antoja un dulce
te come dos pitisuses
y más tarde un colacado.
Hay que elegir los amigos
de los que te invitan
a sus fincas u chaleses
donde hacen sus barbacoas
y te hartan de bisteleses.
Hay que saber pronunciar
siempre con tono educado
que yo tengo un dóberman
que no ladra ni na
que tan solo dice: “guadus, guadus, guadus”.
Pa que no digan los fans
que soy solo fachá
y se note que he estudiado.
Mario Rodríguez Parra
‘Los malos de las películas’ – 1999
En un charquito de agua
entre brisas y tropel
jugaba un niño pequeño
con un barco de papel.
El viento le hinchó las velas
y lo volcó sin querer
y mojado se fue a pique
con su alma de papel.
El niño lloró
sin poderse consolar
y al barco le habló
con toda su ingenuidad:
“Cuando sea mayor
construiré en los Astilleros
un barco con estas manos
pa recorrer el mundo entero”.
Y el niñito se hizo un hombre
quiso entrar en los Astilleros
pagando la deuda con sus esfuerzos
pero ya no había trabajo
y aunque era ya un hombre
él lloró de nuevo.
Él, que desde niño, sus manos artesanas
construía barcos y siempre soñaba
poder un día trabajar.
Él, que es una escuela naval gaditana,
sufre una pena dentro de su alma
salir de su tierra
y tener que emigrar.
Pedro Romero y Aurelio del Real
‘Navegantes gaditanos’ – 1979
(Vídeo subido por CarnavalDeCadizAntiguo)