Cuando suena la campana
resuena en todo el pasillo
perfumando a cada cama
del aroma más positivo.
Cuando suena la camana
redobla en toda la planta
inyectando en los goteros
el suero de la esperanza.
Cada vez que suena
tira de esa cuerda
una mano llena de sentimiento,
llena de alegría
porque es ese día
su nueva fecha de nacimiento,
de nacimiento, de nacimiento.
Cada vez que suena ese tilín
empieza a revivir
el paciente y la familia,
todo se vuelve de color
y encuentra la pasión
donde antes no la había.
Tres campanadas de gloria,
tres sílabas que componen
esa palabra “Victoria”.
Por todas esas personas
que afrontan ese calvario
y por los que lo están investigando.
Sigue sonando
y para que sigan vivan las esperanzas
va nuestro aplauso
por todos esos guerreros
pa que ganen la batalla
y repiquen las campanas
de to el mundo entero,
de to el mundo entero.
Jesús Manuel Selma Martín-Murga y José Antonio García Molina
‘La callejera invisible’ – 2024