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Dando una vueltecita
tranquilo y paseando
por los alrededores de nuestra ciudad.
Santa María, mi viejo barrio
de callejuelas y campanarios.
Ay, qué penita que tengamos tus poetas
que limpiar con nuestras letras
tanta droga y tanto paro.
Niña del cante
qué mala suerte
que en tus esquinas
ronde la muerte.
Siempre esperando a tu Nazareno
pa que te cure a paso de horquilla
mientras se ríen, mi niña, de ti los camellos,
esos que encalan tu cara de blanca heroína.
Siempre aguardando que llegue el milagro
de la Cárcel a Jabonería.
Despierta, gitana,
despierta y grita, chiquilla,
“Fuera de mi casa, que entre la alegría”
que quiero decirte qué guapa
Santa… Santa María.
Antonio Martínez Ares
‘El brujo’ – 1995