Anoche con mi locura
con la plata que la luna
derrama sobre tus aguas
dejé grabada esta pena
en la nácar de tus pieras
pa que el mar nos la borrara.
Anoche con mi locura
sobre las alas del viento
volando entre las estrellas
me bebí de un trago Cádiz.
Desde el puente a la Alameda
desde la viña a Puntales.
Y no he visto más belleza
Cádiz, ni nadie se explica
que quepa tanta grandeza
en cosa tan chiquitita.
Esta es la verdad del cuento,
tanta belleza nos pierde
y nos ciega con el tiempo.
Que está llorando la Torre Tavira
al contemplar en medio la Bahía,
un puente colosal, qué maravilla,
y Cádiz suspirando de agonía.
Un puente que de nuevo servirá
pa ver a nuestros hijos desfilando
con sus corazones rotos,
que en vez de entrar por Cádiz
echando la vista atrás
lejos de Cádiz se irán
buscando el puto jornal,
ay, pa no volverse loco
ay, pa no volverse loco.
Antonio Martín y José Guerrero
‘Las locuras de Martín Burton’ – 2011