Del barrio de la Viña era su madre,
una muchacha guapa de nombre Mar,
en cambio un tal Flamenco era su padre
y de Santa María vino a llegar.
Cuentan que por febrero se conocieron
y que a los dos un pellizco los enamoró
y a la Iglesia del Carmen fueron para casarse
llevando dos Habaneras por damas de honor.
De esa unión tan humilde nació un niño muy sencillo
que por el Mentidero mucha infancia se pasó
y en la Plaza Fragela él jugaba con su primo
que era aquél Pasodoble que tanto lo embelesó,
su tío que era El Compás le decía siempre
no olvides llevar el ritmo con corazón,
mientras su tía, que llamaban La Bulería,
siempre le aconsejaba que por fiesta iría mejor.
El niño poquito a poco ya se hizo un hombre
y cuando por Cádiz pasea se suele escuchar
abran paso señores que viene El Tango de Carnaval,
abran paso señores que viene El Tango de Carnaval.
Fernando Migueles Santander
Allegro Molto Vivace, 2011