El mundo brilla con las buenas personas
y sin ellas la vida
es más oscura y más tristona,
el mundo necesita pa no pudrirse
muchas buenas personas
que lo suavicen.
Una buena persona
te da el corazón
cada vez que habla,
una buena persona
escoge siempre buenas palabras,
a una buena persona
le brillan los ojos de simpatía,
de agrado y sabiduría
y nunca te hará un desplante
ni en una charla ni una porfía.
Tienen las buenas personas
como una estrellita que los alumbra
en medio de los ruidos,
los muchedumbres y las penumbras.
No parece que algo haga daño
a esas personas
no verás que tenga un mal gesto
y sin rencor olvida y perdona,
no verás que hable mal de nadie
ese es el sello y la humildad
que nos impresiona.
Y yo por eso celebro
que le pase algo bueno
a una buena persona
y más si esa persona es un compañero
que además de lo que he dicho
es gaditano y chirigotero.
Por eso a mí me emociona
que hoy a una buena persona
lo haya escogido su pueblo
de pregonero, de pregonero, mi pregonero.
Miguel Ángel García Argüez
‘El gremio’ – 2024