Miedo,
miedo a ser un nuevo caso,
en la noche escucho pasos
y la sangre se congela.
Miedo,
me cubro la minifalda
y el escote de la espalda
mientras el pulso se acelera.
Miedo y pavor,
voy mirando atrás y delante,
altiva y con el semblante
de quien tiene valentía
y en mi interior
el terror seca la saliva
pensando en ser la siguiente
y aquí se acabe mi vida.
El corazón,
el latido del corazón
en mis llaves se perfiló
de apretarlas contra mi mano,
con ansiedad
el cerrojo logré atinar
forcejeando la voluntad
de llegar al hogar a salvo.
Dime hasta cuándo
la calle no será mía,
cuándo no será osadía
llegar a mi casa sola
y cuándo se acabarán los telediarios
gritando muerte a diario
de miles de compañeras
cuyo pecado fuera el deseo
más libertario de pretender
caminar sola en la calle.
Dime si es poca razón
para pelear la revolución
que pronto estalle.
Marta Ortiz Deusto
‘We can do… Carnaval’ – 2022