Recuerda que aún hay que aprobar el Plan de Ordenación Urbana y elaborar los proyectos básico y de ejecución del edificio • El antiguo instituto sigue sin demolerse, con todo el material tirado en la calle
En la serie de despropósitos que jalonan el desarrollo urbanístico de Cádiz la puesta en marcha del Museo del Carnaval ocupa un lugar de relevancia. Anunciado en el verano de 1999 con el apoyo de todas las instituciones, partidos y colectivos ciudadanos al considerar esencial un equipamiento de este tipo para una ciudad que vive intensamente esta fiesta, una década más tarde aún no hay perspectivas de un rápido inicio de las obras de este complejo y, mucho menos, que éste pueda estar abierto a lo largo del mágico 2012.
La Junta de Andalucía, una de las promotoras de la idea del Museo, tiene muy claro que habrá que esperar al menos al 2012 para el inicio de las obras, por lo que la conclusión de las mismas se alejaría hasta el 2013-2014. Y eso que desde hace unos años se cuenta con un proyecto, el del arquitecto Rafael de Giles.
Desde la Delegación Provincial de Cultura se tiene claro que no habrá obras en los terrenos de la plaza de la Reina a lo largo de 2011. Afirma la delegada Yolanda Peinado que para la ejecución de este proyecto es necesario contar con el nuevo Plan de Ordenación Urbana ya aprobado pues en el mismo se incluye el cambio de uso de la parcela donde se levantará el Museo, dedicado en el actual planeamiento a centro educativo.
El PGOU fue aprobado por el Ayuntamiento hace apenas unos días. Ahora queda remitir el documento a la Junta para su definitiva ratificación. Ésta tiene seis meses de plazo para ratificar o no el documento, pero este periodo de tiempo se puede alargar. En todo caso, si se cumple lo previsto el Plan podrá entrar en vigor a finales del verano de 2011. “Entonces habrá que aprobar los proyectos básico y de ejecución del Museo” y adjudicar las obras, lo que Peinado sitúa ya a lo largo de 2011.
Las reuniones entre los patronos impulsores de este proyecto, administraciones públicas y entidades bancarias, previstas en los últimos meses han sido frustrantes. La crisis económica y el consiguiente recorte de gastos ha tocado de lleno a un proyecto aún no iniciado. Aunque la Junta sigue apoyándolo no plantea pasos nuevos para su desarrollo hasta que no se apruebe el planeamiento urbanístico en la zona afectada. Por contra, desde el Ayuntamiento se quieren recortar los plazos. A mediados del pasado mes de octubre se anunció que se iba a contratar la elaboración del anteproyecto e iniciar ya las obras de demolición del antiguo centro educativo, que en su momento albergó al IES La Viña, cerrado desde hace ya unos años. El mismo arquitecto ganador del concurso para la redacción del proyecto del Museo, Rafael de Giles, reconoció hace unos meses a este diario que contar con el Museo del Carnaval para el 2012 quedaba totalmente descartado, tras el tiempo perdido.
Por si fuera poco, el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de modificar los estatutos de la Fundación Casa Museo del Carnaval por cuanto considera que si algunos de sus miembros opta finalmente por no poder fondos para su construcción, lo lógico es que sean los que financian las obras los que tengan capacidad decisoria. Todo ello puede provocar nuevos conflictos entre los ‘socios’ de esta operación, y más cuando estamos ya metidos de lleno en la precampaña de las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 22 de mayo de 2011.
Mientras tanto, y a pesar de que el Ayuntamiento tiene librado y adelantado desde hace tiempo el dinero para el derribo del antiguo IES La Viña, el inmueble permanece de pie. El pasado verano anunciaron desde el Consistorio el inicio de la demolición interior y el derribo definitivo en un mes, hecho que no se ha producido aún. Además, el exterior, vallado, del antiguo instituto se encuentra desde hace meses atestado de muebles, principalmente sillas y mesas del alumnado, dando una imagen penosa del lugar. Fuentes municipales aseguraban ayer que la Delegación de Urbanismo ha requerido en varias ocasiones a la empresa adjudicataria del derribo la retirada de estos enseres. Por su parte, la presidenta de la asociación de vecinos de La Viña, Catalina Cárdenas, señalaba ayer que ha denunciado esta situación a la Policía de Barrio. “Esta acumulación de muebles es peligrosa porque hay mucha madera que podría arder por cualquier percance. Además, puede ser un foco infeccioso con bichos”, manifestó la dirigente vecinal.
Fuente: DIario de Cádiz