Sólo cuatro carnavaleros tienen calle o plaza en la ciudad · La asignación en el nomenclátor se paró en figuras como El Tío de la Tiza, Cañamaque, Paco Alba y Macías Retes
José Blas Fernández, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, es el máximo responsable de la comisión de nomenclátor de la ciudad, que no es otra cosa que el órgano que decide el nombre de las calles de nueva formación. “Ocurre que en Cádiz, con la falta de suelo, se crean calles en contadas ocasiones”, explica Fernández. El edil reconoce que hay muchas peticiones populares para que personas que han contribuido al desarrollo de la ciudad tengan una calle, un paseo, una plaza. Sin embargo, y en lo que al Carnaval interesa, Fernández asegura que apenas se han producido en los últimos años movimientos ciudadanos. “Cádiz es más de monumento, de placa, de homenaje e insignia, pero no tanto de calle”, indica. Hay más peticiones para “santos” que para carnavaleros. De todas formas, el Ayuntamiento, según afirma José Blas Fernández, no cierra las puertas a ninguna petición popular. “Está claro que el Ayuntamiento no puede obviar una iniciativa avalada por miles de firmas”, reconoce. Pero no ha sido el caso en cuanto a la farándula carnavalera. La otra fórmula de concesión de calles parte del propio Ayuntamiento, aunque hasta el momento desde el Consistorio no se ha propuesto a nadie.
Puede darse el caso de que, a falta de oportunidades para nuevos nombres, se cambie la designación de una calle. Ocurrió con Londres, ahora Alcalá Galiano. “Lo hicimos porque en Londres hay una calle llamada Cádiz pero de modo peyorativo recordando los saqueos ingleses en nuestra ciudad. No queríamos darle a esa ciudad una calle”, recuerda José Blas Fernández. Eso mismo podría hacerse con algún que otro carnavalero, aunque el cambio de nombre de una vía suponga muchísimas molestias a vecinos por el asunto de las direcciones y a los locales comerciales para su localización.
Unos por otros y la casa sin barrer. Por eso se dan circunstancias tan penosas como que Ramón Díaz ‘Fletilla’ no tenga una calle en su barrio, el del Mentidero, ni Pedro Romero en su Santa María. O que ‘Los Beatles de Cádiz’, que hicieron historia, no hayan obtenido el reconocimiento en forma de rótulo.
Son ejemplos flagrantes de injusticias que se incrementan analizando el callejero. Antes que Martín, Villegas, Poce, Delgado o García de Quirós han merecido calles Caracoles, Andorra, Pleamar o Yedra.
Eugenio Mariscal, en su calidad de presidente del Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz, apunta que en otras poblaciones, reconocimientos en forma de calles se realizan “en vida, que es como hay que hacer las cosas”. Y pone como ejemplo al comparsista isleño José Ramos Borrero ‘Requeté’, coplero que ha visto cómo una vía de San Fernando lleva su nombre.
El Aula de Cultura tratará en su próxima asamblea esta clara discriminación en el callejero con respecto al mundo del Carnaval. No descarta esta entidad impulsar algún tipo de movimiento popular por el que se perpetúe el nombre de más de un carnavalero de leyenda en una calle gaditana. La fiesta lo merece y Cádiz está en deuda con muchos copleros.