Cuando ya menos lo esperaba
con el paso de los años
y llevando una vida tranquila y quieta,
cuando en las piernas me cansaban
solamente tres peldaños
va la vida de pronto y me da dos nietas.
Y el viejecito
que se acercaba desde el futuro
guardó corriendo sus maletas
y fui llenando los cajones
y adornando habitaciones
con castillos y muñecas.
Cuando ya menos lo esperaba
y enterraba lo de antaño
va la vida de pronto y me da dos nietas.
El día que nacieron esos dos corazones
se fueron las arrugas de mi vejez
y con esa alegría en las escaleras y sus escalones
luego me parecía que los subía
de tres en tres.
Volvieron los juguetes con los Magos de Oriente
y en niño para siempre ya me quedé
y junto al niño y sus juegos
hay otra niña que juega:
el niño se llama abuelo,
la niña se llama abuela.
Y al acostarse de nuevo
cuando se apagan sus velas
les mantiene la ilusión de un nuevo cielo
con dos lunitas luneras, con dos lunitas luneras.

José Luis Bustelo y José Manuel Cardoso
‘Los viajantes’ – 2022