Así suena una falseta
cuando se toca con alegría,
falseta que anuncia en Cai
que aquí está el tango de Carnaval.
Debe mi Cádiz salir
de ese complejo de toa la vida,
de ese fantasma que ya
es como una eterna rivalidad,
el que te obliga a vivir
siempre enfrentado a lo de Sevilla,
como una venda que está
dejando oculta la realidad.
Mientras que ellos apuestan
por la olimpiada del 2004,
con el mismo empeño
que con la Expo 92,
seguimos nosotros cada febrero
cantando tangos,
a ver si algún año
viene del cielo la salvación.
Aunque duela la verdad
les tenemos que admirar
la pasión con la que defienden
cualquier cosita que esté en Sevilla
sin la voz de algún derrotista
que ponga en duda esa maravilla.
Como no quererlos
si ellos son hermanos,
si hasta pa morir
el Guadalquivir
se hace gaditano,
Si la blanca y verde
nos une en el corazón
en las penas y las alegrías
de un solo pueblo noble y sencillo
que allí se hace sevillana
y aquí suena por tanguillo.
En vez de atacar como atacamos
a ver si copiamos
entregándonos por lo nuestro,
entregándonos por lo nuestro,
pa que luchando se haga más grande
lo gaditano, lo gaditano.
Antonio Rivas y Julio Pardo
‘El tío de la tiza’ – 1997