La chirigota de José Guerrero Roldán ‘Yuyu’ y José Manuel Sánchez Reyes, Los monstruos de pueblo, es otra de las más solicitadas por el público. La presencia del locutor radiofónico sobre las tablas es todo un seguro de espectáculo para los aficionados y eso se nota a la hora de rubricar las actuaciones. “Estamos saliendo tanto por provincia como por fuera –dice el Yuyu- hemos pasado por Barcelona, Córdoba, Sevilla,…”. El letrista mantiene que “los grupos con solera tienen más caché y agrupaciones como la nuestra o la del Selu o el Love tienen mucho repertorio detrás” y esto repercute en el número de actuaciones y en la cuantía de los contratos. El Yuyu concluye indicando que “el Carnaval rentable sí es, pero tampoco para tirar cohetes e incluso hemos tenido que establecernos como empresa y eso tiene muchos gastos”.
De una manera algo distinta se plantea el ‘post-Carnaval’ la chirigota de Manolín Gálvez El código la viñi, tercer premio este año en el concurso. El viñero asegura que ellos no van a actuar por el dinero “sino por el placer de cantar”, aunque reconoce que “si se puede sacar un dinerito extra pues siempre viene bien”. “Para las actuaciones no solemos coger muchas cosas y vamos con la familia, intentamos pasarlo bien” dice el carnavalero, que presume también del “placer de vender Cádiz” con sus actuaciones.
Pese a no haber obtenido una de las plazas de final, la chirigota de Antonio Pedro Serrano ‘el Canijo’ sigue teniendo muchísimos seguidores y según dice el propio autor han llegado a tener “entre 6 y 7 actuaciones” en un solo fin de semana. Para el Canijo el Carnaval sí puede ser rentable aunque no demasiado, en todo caso “un complemento al sueldo”, aunque en su caso las ganancias compensan los gastos que le acarrean cinco meses de gasolina y peaje entre Cádiz y Sevilla para acudir a los ensayos. Por último, el director de la chirigota Vueltecita gaditana (comparsa juvenil), Manolo Cornejo, coincide con sus compañeros en señalar que el Carnaval puede ser rentable, aunque “el económico no es el principal motivo para entrar”. El hecho de haberse quedado fuera de la final es lo de menos para los fieles seguidores de la chirigota, que cuentan siempre con ellos gracias también al extenso repertorio que arrastran labrados tras años y años de dedicación.