Toíta la gente el barrio
tenía clavá una espina,
el viejo balneario
muriendo en su ruina.
Por eso ni me creo
que hoy soplen nuevas brisas
y como el Ave Fénix
vuelvas de tus cenizas.
Ay, hoy la Viña brinda por ti,
ay, la Viña brinda por ti
y en cuanto acaben tus penas
pon esa arena
de fina alfombra
para albergar con cariño
juegos de niños
bajo tu sombra
y olvida las calumnias
de aquellos que de chicos
no buscaban tus columnas
pa sentirse más fresquitos.
Que a to esos derrotistas
que quisieron verte muerto
que se enteren de que has vuelto
y recibe, marinero,
esos mares caleteros
con tus bracitos abiertos.
Francisco Manuel Cárdenas Ruso, José Ramón Peñalver Hoyos y Manuel Sánchez Alba
‘Las viudas de los bisabuelos de los viejos del 55’ – 1994