Suena, la vida suena
como una antigua gramola,
música que viene y va
igual que el mar en una caracola.
Suena, la vida suena,
y giran los recuerdos
con nostalgias de pizarra
y rumores de guitarra
que cuelgan del pensamiento,
y a cada corazón
que suena una canción
que clava sus puñales,
mi corazón de gramola
sólo suena a carnavales,
sólo suena,
carnavales.
Músicas de Paco Alba
que yo cantara
con mis amigos
que hoy más que amigos
son mis hermanos,
me suena a Pedro Romero,
con Villegas y Bustelo,
a nochecitas de verano.
Son las comparsas de antaño
que me traen los momentos
más hermosos o tristes
de esos años.
Quiñones, Ares, Martín,
y el Puerto traen un sin fin
de besos frescos
y de amor adolescente,
las de Tino Tovar traen el recuerdo
que es más mío y más bonito,
bendita sea la comparsa,
bendita sea la comparsa
por otros ciencuenta años
y por cien años
y por mil años
en nuestra casa,
en nuestra casa.
Jesús Bienvenido
‘Los santos’ – 2010