Mirando al horizonte y pensando en mi Cai
noté un escalofrío de los que el sentío quita,
y a rescatarme desde el mar del guirigay
llegó un precioso barco al que llaman Tacita,
llaman Tacita, llaman Tacita.
Y en la bodega
del buque más bonito que cruza los mares
hay un teatro
donde guardan la esencia de los carnavales.
Después de un año a la deriva,
serán tus coplas, mi salvavidas,
y aunque una isla tiene su hechizo,
soñé con tu gallinero, verdadero paraíso.
¡Soñé con tu gallinero, verdadero paraíso!
Si me acompaña la suerte
yo no pienso naufragar
en este mar de febrero
que es tan traicionero
y desata pasiones,
donde se encuentran amigos
y también te rodean muchos tiburones.
Ya me imagino alcanzando tu orilla,
donde me espera un tesoro en coplilla.
Solo sé que antes que hundirme cerca de la playa
a tus tablitas yo me quisiera agarrar,
que eres tu mi salvación, ay, Falla.
José Manuel Sánchez Reyes y Juan Carlos Aragón Becerra
‘Robinsón de la Isla’ – 2006