Qué bien resuena ese nombre
de Libertad cuando con fiesta la proclaman
entre homenajes y honores
como a una diosa pagana
que guarda esperanzas en un libro
y paz en sus llamas.
Pero hay también quien la nombra
rozando el silencio
porque hay que callarla
soñando entre sombras la luz del alba
que acaba con el dominio
de quien destierra cruelmente la esperanza.
Cuánto cuesta esa libertad
que se paga con la vida y que ha pagado
un pueblo noble como es el rumano
que ha ganado con orgullo la hora
de verse libre al tiempo que llora
y de que por nada
vive un hombre si no está el camino claro
pa cantarlo alegre sin ser esclavo.
Enseñarnos a querer
en esa rabia pura
que entierren ya de una vez las dictaduras,
las dictaduras.
Pedro Callealta Barroso y José Luis Bustelo Sánchez
‘De ida y vuelta’ – 1990