A mí me dijo alguien que a Jesucristo
lo concibió la Virgen con un palomo,
se lo contó a José en su día libre
después de catore cuba-libres
y el chaval no preguntó ni cómo.
Al cabo de los meses nació el Mesías
mentón cambembo, nariz torcía,
ojos azules, barba de un día
y San José lo flipó en colores
pero llegaron los Reyes
con el oro y el incienso
y cuando fumaron mirra
San José quedó contento.
He de reconocer
que me siento un padre de alquiler
y que con los cuernos
apenas quepo por Puerta Tierra
pero me he prometido
cuidarle y darle una vida bien
por si resurtiera que Dios es él
y me concediera la vida eterna.
Y fue creciendo
y San José lo metió a carpintero
aunque tenía
toda la cara del almacenero
mientras María
iba to los días por la mañana a comprar el pan.
Por eso lo del día del padre
no se debe de mantener
porque es que el padre verdadero no es San José.
Mejor el día de los palomos
o el día de David Palomar
pa que tenga sentido,
pa que tenga sentido
y tengamos más ganas de celebrar.
José Pereira Marrero y José Joaquín Martínez Aniceto
‘Los plácidos domingos’ – 2024