No sé si fue por pura casualidad
o lo quiso el azar
pero aquí he nacío.
Cádiz, mi margarita por deshojar,
la de arena y la de cal,
la del premio y el castigo.
Cádiz que te enamora cuando la ves,
que te vuelve loco al atardecer
por la magia de sus calles,
la misma que a la noche trae el dolor
al que duerme en un rincón
y en sus calles pasa hambre.
Un Cádiz donde su alcalde
piensa en gaditano
pero que de vez en cuando
le ciega el color morao,
un Cádiz donde la gente
disfruta de su paisano
pero llora y se desangra
cuando se van a buscar trabajo.
Un Cádiz que sienta orgullo
de sus tradiciones,
que aplaude a los que le cantan
y a sus cargaores,
y un Cádiz que se conforma
porque su lucha y sus piropos
terminan con el carnaval.
La fuerza que falta pa levantar mi tierra
le sobra en una manigueta
un solo Cádiz,
dos almas tiene,
una enamora, la otra me duele
si no van juntas de la manita
las dos se mueren.
Antonio Bayón y Rubén Cao
‘La nueva era’ – 2019