Dame, Manuel,
ese compás de la Caleta;
dame, Pepón,
esa ilusión chirigotera;
dame, Perico,
tu magia y tu voz;
dame, Juan Carlos,
toda tu poesía canalla;
dame, Cádiz, tus besitos de plata
y todo mezclao en mi corazón
a ver quién puede llevar un tango
más gaditano que yo.
Después de tantos piropos,
rosita temprana,
después de tanto escribirte, mujer,
en el carnaval
ahora que ya peino canas
y por vejez más que por viruela
es cuando me he dao cuenta
que to esas letras no valen na.
Y no valen na porque solo hablaban de tus andares
de que tu piel suave y de tus cabellos me muero yo.
Te pido perdón si fue machista mi copla
y se hizo la loca con lo que brota de tu interior.
Yo le he escrito a tus ojos negros
y he dicho que me perdían
ay, garagarabatín, garagarabatón
y nunca que guardan la luz que me guían.
Cuando llené de versos
tu espalda, compañera,
lo hice sin mencionar
que llevas a cuesta mi vida entera.
Y en tu boca rimé
los besos de miel
que han sido mi perdición
se quedaron sin renglones
las verdades que hay en tu voz.
Y le escribí a la magia que hay en tus manos
pero callando siempre la realidad
que no solo bailan tangos,
dan el callo pa trabajar.
Hoy te pido perdones sin condiciones
si no te he escrito como debiera
porque mi pluma machista
hizo princesa de cara bonita
siendo mi reina guerrera,
siendo mi reina guerrera.
Rafael Pastrana Guillén, Rafael Pastrana Lorenzo y Marcos Pastrana Lorenzo
‘Los garabatos’ – 2020