Tiene Cádiz un pueblecillo
que se llama San Fernando,
tiene Cádiz un pueblecillo
lo mismo que un relicario,
lo bañan las mismas olas
y lo alumbra el mismo cielo,
se respira el mismo ambiente,
convive la misma gente,
la misma gracia y salero.
Porque la Isla es de la Tacita
esta es la cuna que la meció,
un cante por alegrías
las guitarras están tocando
cantarle a la tierra mía
y al mundo pregonando
tiene Cádiz un pueblecillo
que se llama San Fernando.
Qué limpita y qué bien huele
tan blanca como la nieve
al entrar la sal
de su salina salinera.
Qué bonitas sus mujeres
que son rosas y claveles
que perfuman nuestra hermosa
tierra marinera.
Todo esto es una herencia,
un regalo que esta tierra
quiso darle a San Fernando
por eso, Tacita mía,
con pena y con alegría
yo sé que todos los años
hasta que venga la muerte
no dejaré de quererte
por mi madre te lo juro
que yo no te engaño.
José María Ramos y Antonio Martín
‘Camarones de la Isla’ – 1974