Por ti siento envidia
mi vieja torre, torre Tavira,
por poder colarte
en to los rincones de la ciudad.
Fiel a tu elegancia
ronea sobre estas calles
mirando los barrios
de nuestra antigua localidad.
Plaza de las flores
que impregna el ambiente
con dulce fragancia
del Cádiz más natural
mientras tiene de fondo
un gigante abanico
gobernando el cielo
coronando la obra
nueva catedral
inmortal en el tiempo
golpes de marea
del campo del sur.
Ay, los arcos
que un día cercaron
al Cádiz más viejo
que así perduró.
Iglesia, la catedral vieja
qué pena de madrugada
que se recoge el Perdón.
Dándole a Elcano un adiós
navegando en la Alameda,
hombres con traje de ayer,
mis paisanos cantiñean.
Ves al parque Genovés,
sol poniente en la Caleta
para en la Viña acabar
donde el agua se parara
y una placa en homenaje
a mi Virgen de la Palma.
Codiciando tu visión
no siendo simple fachada
perdería to el sentío
por contemplar
lo que a ti Tavira Cai te regala
a ti, mi torre, Cai te regala.
Francisco Martínez Mora
‘Cai milenaria’ – 2013