Como cada año, venimos a cantarte
y a piropearte con el corazón,
Cádiz de mi alma tú eres lo más grande
que debajo el cielo ha creado Dios.
Eres tan hermosa mi taza de plata,
eres un joyero de coral y nácar
que por tus embrujos eres seductor.
Taza de plata milenaria,
cuna del arte y de la gracia,
donde el infierno pasa el sol.
Tú como una diosa marinera
que salpicada está de estrellas
tú eres la musa de mi amor.
Y por eso cantando quisiera
decirte, mi tierra,
con toda mi fuerza
lo que yo te quiero.
Yo te juro que escucho tu nombre
ausente o presente
me pongo nervioso
y por ti yo me muero.
Qué ilusión
el echarte piropos cantando
y poderte decir cada año
que estoy orgulloso,
que estoy orgulloso de ser gaditano.
Pedro Romero y Aurelio del Real
‘Carnaval 76’ – 1976