Una fantasía mitológica fue el hilo conductor del acto en el que la joven gaditana de 18 años representó a la musa Érato
La Diosa del Carnaval de Cádiz 2008 responde al nombre de Ana Isabel Caño Quintero. La joven, que en el acto de proclamación encarnaba a Érato, la musa de la poesía amorosa en la mitología griega, recibió la corona y la banda de manos de la alcaldesa, Teófila Martínez, que iba disfrazada de pirata, y del concejal de Fiestas, Vicente Sánchez.
Una emocionada Brenda García Sancho, la Diosa del Carnaval 2007, fue la encargada de anunciar a su sucesora en el cargo, quien de inmediato recibió la felicitación de sus ocho compañeras. Tras unos segundos de abrazos y besos, la joven gaditana de 18 años y estudiante de Relaciones Laborales agradeció entre lágrimas y risas la presencia de los asistentes a esta tradicional cita, que este año cumple su quincuagésimo primer aniversario.
“Esto no me lo puedo creer. Agradezco al jurado la confianza que ha depositado en mí. Espero no defraudarle, aunque Brenda deja muy alto el pabellón. Intentaré estar a su nivel”, manifestó la representante de Érato en el Carnaval gaditano.
Tras estas palabras, esta vecina de la plaza de las Viudas, que fue presentada al certamen de ninfas por la peña La Salle-Viña, aseveró que sin el apoyo de “mis amigos, que ellos saben quienes son” no estaría hoy (por ayer) en el tablao de San Antonio. Asimismo, también mencionó a sus padres, a su hermano y a su novio, a quienes les agradeció su “paciencia”. Y sus compañeras de palco también estuvieron presentes en su intervención: “Espero disfrutar la fiesta con ellas, como hemos hecho hasta ahora”.
Esta joven, seguidora de la chirigota de Manolín Gálvez, se despidió del respetable con un “¡Muchas gracias a todos y disfrutad del Carnaval!”.
Su antecesora también se despidió de su mandato rememorando su acto de proclamación: “Hace poco menos de un año y en esta misma plaza fui nombrada Diosa. Ha sido un año muy intenso para mí”. Además, Brenda García, de 19 años, dio las gracias al Patronato y, en especial, al edil de Fiestas, así como al jurado y a las cuidadoras de ninfas “por su apoyo y confianza en mí”.
Su voz se quebró cuando nombró a su familia. “Gracias especialmente a mis padres y a mi tía -María de la Sierra García Sancho, Diosa en 1981- por sus consejos, y sé que con mi reinado ha vivido la segunda parte del suyo”. Acto seguido citó a su novio, “que este año, el trabajo sí que le ha permitido estar conmigo esta noche”. Y sus últimas palabras se las dedicó a sus compañeras de 2007, presentes en la plaza. Con un “aquí tenéis a una amiga”, dirigiéndose a las jóvenes que la acompañaban en el escenario, se desprendió de su cargo como Diosa del Carnaval.
El acto, más breve y ameno que de costumbre, comenzó tras el pregón de Antonio Martínez Ares, minutos antes de las diez de la noche. Mientras los artesanos de Ras desmontaban el decorado del pirata coplero, los empleados de Artifex colocaban bloques de cartón piedra en una esquina del tablao. Estos bloques simbolizaban el material de trabajo con el que un escultor que salió a escena pretendía dar forma a Cádiz. Al no encontrar la inspiración, pidió ayuda al Dios Apolo, que le envió a su séquito, formado por las nueve musas, las ninfas del Carnaval.
Mediante esta fantasía mitológica, las aspirantes se metieron en la piel de musas griegas: Carmen Maestre Verdulla representó a Calíope, musa de la elocuencia; Pilar Naves Amaya encarnó a Clío, musa de la historia; María Cruz Higuera fue Euterpe, musa de la música; Cristina Mesa Lamadrid escenificó la figura de Melpómene, musa del teatro trágico; Zoraida Delgado Peralta se vistió de Polimnia, musa de la pantomima y la lírica; Eva Sánchez Expósito representó a Talía, musa de la comedia; Esther Asencio se paseó como Terpsícore, musa de la danza; María Pardo Carrillo fue Urania, musa de la astronomía. Y junto a ellas, la musa Érato, que se convirtió en Diosa.
La presencia de todas ellas posibilitó al desesperado e inquieto escultor la creación de la figura femenina de Gades.
El espectáculo ha sido creado una vez más por la Asociación Cultural Géminis, con la producción de Paloma García. La coreografía, obra de la Asociación de Danza Kalima, fue dirigida por Lidia Pecino y Mayra Palacios. El papel del escultor lo interpretó Ángel Quiñones, y el de Gades, Violeta Fernández.
Diario de Cádiz